Ana María Matute, la «abuelita del pelo plateado», la contadora incansable de cuentos, nos deleitó ayer, durante la ceremonia del premio Cervantes, con la lectura de El que no inventa no vive, otro discurso a la altura de aquel memorable En el bosque, aquella «defensa de la fantasía» que pronunciara al ingresar en la Real Academia Española.
En este enlace de El País podéis encontrar el discurso íntegro. Me gusta, especialmente, el momento en el que denuncia la mojigatería de aquellos que mutilan los grandes cuentos tradicionales en aras de lo «políticamente correcto» porque consideran que a los niños tan solo hay que darles aburridas historias endulcoradas, todas cortadas por el mismo patrón, con los mismos finales felices, como si estos fueran imbéciles. Ya lo dije en otra ocasión: ¡me encanta esta mujer!
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Me alegra, Bosco 🙂