Nos has dejado hoy, primero de abril. Y yo te debo mucho. A tu Alfanhuí, para qué engañarnos. Aunque fue el realismo más puro de El Jarma el que te llevó a la cúspide de la literatura, fueron esas «industrias y andanzas» del pequeño alquimista de los colores las que me enamoraron.
Triste marioneta, poema visual
Con esta composición, Triste marioneta, he ganado el concurso de poesía visual Imago, que había convocado en Steemit la profesora venezolana de teoría literaria Adriana Cabrera. Ha sido toda una sorpresa, porque pensaba que no había llegado al plazo y no podría competir. Pero estaba equivocado, porque no había contado con la diferencia horaria con…
El mendigo, poema de Espronceda
EL MENDIGO Mío es el mundo: como el aire libre, otros trabajan porque coma yo; todos se ablandan si doliente pido una limosna por amor de Dios. El palacio, la cabaña son mi asilo, si del ábrego el furor troncha el roble en la montaña, o que inunda la campaña El torrente asolador. Y a…
La ogresa, una serrana del arcipreste
Ençima de este puerto vime en rebata, fallé una vaquerisa çerca de una mata: preguntele, quién era respondiome la chata: «Yo só la chata resia, que a los omes ata. »Yo goardo el portadgo et el peage cojo, »el que de grado me paga, non le fago enojo, »el que non quiere pagar, priado…
La danse macabre, de Guy Marchant
El abogado y el trovador. Voy a ver si puedo poner en una próxima entrada el texto completo de la Danza general de la muerte. Guardar
Una calaverita
Balada de los ahorcados
Hermanos, los humanos que aún seguís con vida, no tengáis con nosotros el corazón muy duro, pues si queréis mostrar piedad con estos pobres, Dios no lo olvidará y os podrá ser clemente. Vednos aquí colgados a cinco o seis que somos, ved aquí nuestros cuerpos, que tanto hemos mimado: nuestra carne está ya devorada…
Cancionero de ayer
Yo fui un niño enfermizo, pálido y enlutado, que demasiado pronto conoció la tristeza del trágico y grotesco dolor de la pobreza. Yo he dormido en los bancos de un parque abandonado. Y con la flor de toda la andante picardía aprendí que la vida es demasiado dura, cuando hay que conquistarla en constante aventura,…
Última, de Manuel Machado
Ya me ha dado la experiencia esa clásica ignorancia que no tiene la fragancia del primero no saber. ¡Oh la ciencia de inocencia! ¡Oh la vida empedernida!… Desde que empezó mi vida no he hecho yo más que perder. Ya mis ojos se han manchado con la vista de lo feo. No creía… Y ahora…
Ausencia
Siento tu ausencia. Extraño tu piel de arena tostada. Y en la soledad de nuestra alcoba, paso la noche aspirando los restos de tu esencia a vainilla. Y ardo enamorado, abrasado entre las sábanas, ahogando en lágrimas la almohada. Finalmente, el alba me encuentra dormido, derrotado en un sueño agridulce, arropado por el eco cálido…
Dolorosa soledad, de Javier G. Gallego
Dolorosa soledad Dolorosa soledad, abre tus brazos: a duros golpes, por fin he comprendido que es inútil huir de mi destino, que debo aceptarte por consorte. Amistad traicionera de falsos lazos, qué fácilmente fui engañado… Cruel te clavaste, y ahora me vacías de todo ánimo. Amor esquivo, ¿dónde te encuentras? Aún espero poder hallarte. Tu…
La voz de los maestros VI
Consejos al poeta, de Federico García Lorca. El poeta no debe usar ningún manto para abrigar las carnes ajenas; (antes al contrario), debe dejar las cosas expuestas al frío y al calor. A veces las malas hierbas crean una flor de perfume desmelenado (permaneciendo otros ante el mundo de las simientes). Rompe la silla que…
Insomnio
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz…