Gracias por tanto, Ferlosio
Nos has dejado hoy, primero de abril. Y yo te debo mucho. A tu Alfanhuí, para qué engañarnos. Aunque fue el realismo más puro de El Jarma el que te llevó a la cúspide de la literatura, fueron esas «industrias y andanzas» del pequeño alquimista de los colores las que me enamoraron.