(Esta entrada se refiere al viejo blog de La cruz del diablo. En Senderos Ocultos, los textos citados están perfectamente marcados en párrafo aparte)
El tema de hoy se ocupa de los entresijos del propio blog. Aquellos que sois habituales de este lugar os habréis dado cuenta de que, en las distintas entradas, se alterna el color de la tipografía: el rojo y el negro. Pero no es una alternancia aleatoria, ni está hecha meramente por estética; tiene su razón de ser. Seguramente, los más avispados ya sabréis cuál es el criterio que utilizo. Pero lo aclaro, por si acaso, para todo el mundo: al marcar el texto con distintos colores diferencio lo que es mío de lo que no lo es.
Cuando soy yo el que se expresa, escribo textos míos o artículos que he realizado, el texto lo escribo con tipo de letra sans-serif (sin remate) de color negro. En el caso de que se trate de artículos, es posible que me haya servido de distintas fuentes para mi investigación, y, en ese caso, las cito al final.
Sin embargo, cuando reflejo directamente textos largos (cuentos, poemas, artículos…) sin ninguna intervención por mi parte, utilizo una tipografía serif (con remate) de color rojo. La mayoría de las veces toda la entrada va con esta tipografía, salvo que haga algún tipo de introducción personal. En ese caso, al ser yo el que habla, utilizo el negro. Y siempre dejo bien visible, por supuesto, el nombre del autor, un literato en la mayoría de las ocasiones. En el caso de los artículos -generalmente sacados de alguna publicación-, además de citar el autor suelo dejar un enlace a la página original.
Al igual que hago con los textos, siempre que me es posible intento citar al autor de las imágenes con las que ilustro las entradas; salvo que lo desconozca, cosa que no suele ocurrir. O que sean mías, aunque en este caso sí suelo indicarlo también. De todos modos, si algún autor (de obra gráfica o escrita) considera que no debo utilizar alguna creación suya, tan solo debe ponerse en contacto conmigo para que la elimine.