Me ahogo con el calor del verano. La primavera pasó, muy rápida. Y este año ya no me acerqué a las Tablas, porque sé que no reverdecen. Hace tiempo que no siento el placer de los paseos junto al frescor de las charcas, o el vagabundeo por las pasarelas y las islas. Los juegos bajo los tarayes y los duelos con botellas en la mano… ¡cómo los anhelo! Todo a la sombra, por el bochorno, con el agua fresca en las mochilas. Ahora el calor es calor, simple, y a mi pesar, muy llanamente. Y el agua se evapora y mis veranos son, ahora, de incertidumbre.
Javier G. Alcaraván (@iaberius)
Todo cambia.
Hasta los veranos son diferentes.
Pero agora ke leo tu publi, bonitos debían ser los tuyos en Tablas de Daimiel.
Siempre nos kedan los recuerdos.
Pasa un buen domingo.
Un beso.
Olga.
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