Mordiendo el polvo
José María Iribarren nos cuenta, en su libro El porqué de los dichos, que, en la Edad Media, los caballeros que caían al suelo con heridas mortales «tomaban un puñado de tierra y lo mordían, como beso postrero a la madre Tierra, que los había sustentado y que ahora iba a recibirles en su seno». […]