Y así nos lo recuerda la Fundación del Español Urgente.
Cruel, es un adjetivo que se refiere -según el DRAE- a aquel ser «que se deleita en hacer sufrir o se complace en los padecimientos ajenos» o a cualquier cosa o acto «sangriento, duro, violento». Por su parte, cruento significa «sangriento». Por eso hay que utilizar este último término solo en casos en los que existe derramamiento de sangre, y es un error usarlo en casos como el siguiente: «El nuevo duque fue más cruento que su predecesor para doblegar a la población: llegó a quemar sus cosechas como castigo por su desobediencia». En este caso hay que usar términos como duro o cruel.
Cruento sería correcto en ejemplos como los siguientes: «Fue una cruenta batalla»; «Aquel verdugo era conocido por sus métodos cruentos; siempre mantenía sus cuchillos bien afilados».