Menos conocido que el príncipe valaco Vlad III Tepes, el Empalador (Drácula, vamos; el que inspiró al personaje de ficción), es su hermanastro menor Radu, apodado «el Hermoso», cel Frumos, el más pequeño de los Draculea, que en su tiempo tuvo fama de ser uno de los hombres más guapos del mundo. Tan bello, que conquistó al mismísimo Mehmet II, el sultán otomano que tomó Constantinopla.
La infancia y adolescencia de Radu estuvo llena de vicisitudes. Nacido hacia 1435, hijo del voivoda de Valaquia Vlad II Dracul, el Dragón, y de la princesa moldava Vassilisa, el príncipe creció en medio de las luchas por el poder de las diversas ramas de la familia real, mientras su padre vivía en el exilio. Radu era cándido, delicado y tímido, más inclinado hacia los juegos que hacia los ejercicios violentos, todo lo contrario que sus hermanos mayores, Mircea y Vlad, que mostraron una temprana inclinación por las armas. El pequeño príncipe era mal visto en la corte, pues los nobles pensaban que se convertiría en un personaje débil incapaz de gobernar.
De rehén a amante del príncipe
Vlad II entabló finalmente una alianza con los turcos para hacerse con el principado, y viajó en 1444 a la corte del sultán Murad II, en Adrianópolis, para entregar a Vlad y Radu, de catorce y once años, como rehenes. Desde ese momento, sus vidas dependieron de la fidelidad de su padre con los otomanos. Desde allí fueron enviados al aislado castillo de Egrigoz, en las montañas de Anatolia.
Durante su cautiverio, los hermanos fueron elegidos como acompañantes de Mehmet, el futuro conquistador de Constantinopla, y junto a él recibieron una completa educación en filosofía y ciencias exactas, y estudiaron los idiomas turco, griego y hebreo. También aprendieron el arte de la guerra y a montar a caballo. Y, por supuesto, les enseñaron el Corán, pues una de las ideas era convertirlos al islam para hacerlos afines a su causa.
Al contrario que Vlad, que fue un rehén rebelde y aumentó su odio hacia los turcos, Radu se hizo amigo de Mehmet, que sentía una gran atracción hacia él, y se dejó cuidar y mimar. Se contaba que Mehmet intentó desde un principio conseguir los «favores» del príncipe y que, durante el cautiverio, este se habría convertido en su amante. Más adelante, el primero, ya sultán, pagaría estos favores entregando a Radu el trono valaco.
En 1447 hubo una revuelta en Valaquia, apoyada por los húngaros, y los boyardos (nobles terratenientes) acabaron con la vida de Vlad II y su hijo Mircea. El sultán mandó entonces a Vlad a recuperar el trono y vengar la muerte de su padre y de su hermano, pero Radu se quedó en el harén. Parece que permaneció en la corte por voluntad propia; había adoptado el modo de vida turco y estaba dispuesto a convertirse al islam. Con el tiempo llegó incluso a incorporarse al cuerpo de jenízaros. De hecho, Radu fue uno de los comandantes de jenízaros que participó en la toma de Constantinopla. Se terminó convirtiendo en un títere que los turcos emplearían contra su hermano.
Radu el hermoso, voivoda de Valaquia
Efectivamente, cansado de las afrentas de Vlad y de su ánimo independentista, el sultán mandó a Radu a invadir Valaquia al frente de un gran ejército turco al que se unieron los boyardos enemigos del Empalador. Vlad, con fuerzas claramente inferiores, rehuyó el enfrentamiento directo y Radu se convirtió en el nuevo voivoda. Los hermanos siguieron luchando en una especie de guerra de guerrillas hasta que el mayor fue capturado por los húngaros.
Radu gobernó Valaquia desde 1462 hasta 1473, aunque de forma no muy eficiente. Además, pretendía restablecer las relaciones de vasallaje ante los turcos. En 1473 Basaraba Laiota derrocó a Radu y se apoderó del trono valaco durante un año. Radu lo recuperó y volvió a perderlo al año siguiente. A lo largo de 1474 fue voivoda de Valaquia en tres ocasiones diferentes hasta que murió en 1475 por causas desconocidas y fue sucedido definitivamente por Basarab III Laiota. Su hermano Vlad III recuperaría el trono brevemente de nuevo en 1476.
Paradójicamente, mientras su hermano, un genocida, es reconocido en Rumanía como héroe nacional por su resistencia frente a los turcos, Radu ha sido tradicionalmente considerado un traidor a la patria.
Para saber más:
Radu Cel Frumos
El peor voivode de valaquia